
Autora: Jassira Shantal Amacifuen Orbe
On my knees
God, happiness is a good gift to ask for?
I do not know about you, would you talk to me?
All this belief was silly for my convictions and I feel ridiculous
All the times my mom told me not to forget you, over and over again
And despite that, I do not know your word
But I hope you understand my mistake
At this moment of infinite loneliness
Moment in which everything changes and you got me on my knees
Please, tell me that you incredibly exist
And I promise I will leave my skepticism aside and trust
Take away the pain from my soul
Show me a way and a light at the end
To be indestructible and vehement again
With that shine that only kids have in their eyes
With that purity that they have in their souls
And finally forget the slaps of the cruel reality that hit me when I grow up
The awareness of how raw is life when the bubble of the childhood brakes
And the deceptions and falls that removed my kid skin a long time ago
Now that I am uncovered, to be happy is my priority
Because I cannot bear to live with this despair one more day
God, I need you sweet hand
If you are not you, if your name is not only God
At least the idea of someone omnipotent listening to me will relieve my regret
Because today your daughter is abandoned
Cuatro genios olvidados
La literatura es un arte, un arte puro que enseña, ilusiona y envuelve. A veces mortifica cuando muestra verdades; otras veces solo entristece. Pero lo que sí es fijo y escapa de la complejidad de la relatividad, es que enamora. Y es un enamoramiento que nunca, si se sabe escoger, decepciona. En nuestro continente existe una vasta producción literaria. Miles de libros, que son como pequeños frascos llenos de investigación, talento y cultura, esperando por ser abiertos. Muchos de ellos lo son y mantienen su lugar en el estante de lo extraordinario por siempre. Sin embargo, otros, después de ser abiertos, vuelven a cerrarse y se empolvan sin trascender; otros, simplemente, se quedan estancados en una espera eterna. Cuando hablamos de literatura latinoamericana, se nos vienen a la mente, como unos rayos, nombres como Gabriel García Márquez, José María Arguedas o Julio Ramón Ribeyro, entre otros grandes. Pero, debemos caer en cuenta que la variedad no solo rota entre ellos. Esos cinco (o tal vez seis) nombres que nos sabemos de memoria, por libros que nos hacían leer en el colegio, o por ocio, no son los únicos que acaparan la lista de extraordinarios literatos latinos. A continuación, trato de conmemorar personas merecedoras de volver a la vida después de la muerte, mediante sus obras. Proporciono aquí debajo una lista que, a pesar de ser insuficiente, es necesaria. Cuatro autores que deberían ser leídos todavía, y que deberían tener mucho más reconocimiento en la actualidad, como mejores exponentes de la literatura latinoamericana:
- Manuel Scorza
“Yo he dotado de una memoria a los oprimidos del Perú, a los indios del Perú, que eran hombres invisibles de la historia, que eran protagonistas anónimos de una guerra silenciosa…”
Peruano, que el pasado 9 de septiembre habría cumplido 91 años; de no ser porque halló la muerte rumbo a Madrid, cuando el avión en el que viajaba se estrellara en 1983. Perteneciente a la generación de los 50. Cultivador del realismo mágico andino que denuncia y da voz a los oprimidos y olvidados. Ganó el Premio Nacional de la Poesía en 1956, y a pesar de ello, es más reconocido por su vida política, sus debates con escritores con Vargas Llosa o periodistas como Hildebrandt, que por su propia genialidad y audacia. Sus libros más reconocidos son: Poesía completa y La tumba del relámpago.
- Héctor Bianciotti
Argentino, único miembro de la Academia Francesa que provenía de un país hispano. Fue sumamente conocido e influyente en Francia, por el libro Le traité des saisons, por el que ganó el premio Médicis, el mismo que ganó Julio Cortázar en 1974. Conocido, en el extranjero, como el hijo de la Pampa y olvidado en su propio país. Sus libros más reconocidos son: Sin la misericordia de Cristo y Lo que la noche le cuenta al día.
- Mario Levrero
Escritor uruguayo sin lugar en alguna corriente literaria, y que nunca se consideró diseñado para vivir en este mundo. Sus obras tienen influencia de la ciencia ficción y género policial; además de poseer humor en sus líneas. Está incluido en el grupo de “los raros”, un grupo típico uruguayo de autores que no pueden ser clasificados dentro de una corriente literaria común; y quizás esto es lo que lo hace mi favorito de la lista. Sus libros más reconocidos son: La novela luminosa y La ciudad.
- Severo Sarduy
Poeta, narrador y periodista cubano que falleció el 8 de junio de 1993. Es otro ganador del premio Médicis en el año 1972. Perteneciente al estilo neobarroco y trata en sus obras, abiertamente, temas como la homosexualidad y el travestismo. Fue uno de los escritores más importantes en Cuba en el siglo XX. Sus obras más reconocidas son: Cobra y Gestos.